"Twilight Points the Way" abre la obra con unos riffs que le harán agua la boca a cualquiera que se haga llamar un fanático de la NWOBHM, la voz nos presenta un tono muy familiar y atractivo a la vez, además de una grandiosa adición de los sintetizadores, "Heavens Above" toma un camino más suave, muy a la Glam que nos recuerda a los himnos de estadio de Dokken o Scorpions, lleno de ganchos y un exquisito trabajo en composición de las guitarras, la base rítmica es igual excelente, siempre presente y precisa, mencionando aparte el trabajo de la batería que es una completa delicia, sutil cuando tiene que serlo, pero siempre lleno de vida.
La pieza homónima del álbum, "Dreamkiller", expande la gama de sonidos del álbum explotando aún más ese lado épico y mucho más juguetón en las guitarras que en los diversos solos nos regalan unas melodías y unas guitarras gemelas tan memorables que nos devuelven a los años gloriosos de Judas Priest. Con "Night Ride" nos tenemos de vuelta los tempos lentos y mucho más pegadizos del álbum, los estribillos nos recuerdan a un Sabbath o Dio como solista y el coro que presenta seguro quedará dando vueltas en sus cabezas por varios días, pese a esto, es quizá la única pieza del álbum que se queda un par de escalones abajo del resto del álbum, no es mala, pero el resto del álbum esta a otro nivel.
"Edge of the Knife" busca tomar nuestras almas con esos riffs, melodías y versos supremamente adictivos, además de esos solos de guitarra simplemente espectaculares dignos de los más grandes 'guitar heroes' que tanto abundaban por esas épocas, "Force of a Storm" es definitivamente todo un himno a lo mejor del Heavy Metal de los 80s, rápido, épico, aguerrido, con esa atmosfera 'vintage' que enamora y atrapa a cualquiera de nosotros que no vivimos en esas épocas, y a los que las vivieron tambien, mientras de paso nos deleita con una ejecución de los teclados que elevan por todos los cielos los niveles nostálgicos de esta pieza.
Por otro lado "The Savior's Lie" regresa a un tempo más lento, esta vez recordándonos esos actos estadounidenses del Doom Metal como Trouble o Pentagram, pesada y oscura, con unos arreglos de guitarra sublimes acompañados de la magistral interpretación del cantante, para mí su punto más alto dentro del trabajo, en adición con algunos momentos en las guitarras y los teclados que nos presentan ciertas tonalidades de música oriental y finalmente, hacia su cierre, un solo en los teclados valen cada segundo, y así es como llegamos al cierre con la fabulosa "Death To Mercy", otra excelente muestra de ejecución y epicidad de como hacer una enorme pieza de Heavy Metal inspirado en los 80s pero sin terminar siendo completa calca de este, poniendo el punto final de esta obra por todo lo alto con un duelo entre los guitarristas.
"Dreamkiller" es una sorprendente ejemplo de como una banda inspirada en los gloriosos años 80s puede presentar en pleno siglo 21 una obra que se siente fresca, inspirada y atractiva, junto al elemento más importante que ha acompañado a los grandes trabajos de Heavy Metal a lo largo de la historia, la atemporalidad, básicamente es una colección de joyas escondidas esperando a ser descubiertas por todos los adeptos en busca de un nuevo clásico para su colección, y en eso, Sumerlands esta aquí para suplir sus deseos. Realmente lo único que me queda por decir de esta banda tras este enorme trabajo es que, ojala, no tarden otros 6 años para un posible sucesor.
CALIFICACIÓN 4.5/5
Lista de canciones:
- Twilight Points the Way
- Heavens Above
- Dreamkiller
- Night Ride
- Edge of the Knife
- Force of a Storm
- The Savior's Lie
- Death To Mercy
Alineación:
- Brendan Radigan - Voz
- John Powers - Guitarras
- Arthur Rizk - Guitarras, Teclados
- Justin DeTore - Batería
- Brad Raub - Bajo
Sello discográfico:
- Relapse Records
