Megadeth y el publico colombiano, crónica de un recuentro apoteósico entre los amantes del thrash

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Con más de 40 años de carrera Megadeth es por lejos una de las instituciones más laureadas y populares cuando hablamos de thrash y el heavy en general, el anunció de su regreso al país causo tal fervor que la primer fecha (21 de abril) se agotó en cuestión de horas y por suerte para muchos de nosotros, abrieron una segunda (22 de abril) para que nadie se quedará afuera de este esperado reencuentro entre el público colombiano y Dave Mustaine y su combo. 

Es difícil de asimilar, pero siendo esta la sexta vez que la banda llega a nuestro país, es increíble que cada una sea única y especial a su modo, en este caso, no solo pasará a la historia por ser la más grande, sino tambien por la labor realizada por el Megadeth Colombian Fan Club, cuyo trabajo haría emocionar hasta las lagrimas miles de asistentes en ambos eventos, incluido al propio Mustaine. Megadeth fue una de las primeras bandas que escuché cuando inicie en esto del metal, "Peace Sells..." y "Rust In Peace" en su momento llegaron a ser dos de mis álbumes favoritos y el anuncio de su regreso al país fue para mí ese momento en que finalmente me hice a la cabeza que podría disfrutar en vivo a una de esas bandas de mi adolescencia, pero los meses fueron pasando y a casi una semana del evento parecía que sería uno de esos a los que me vería obligado a dejar pasar, sin embargo, por cosas de la vida, el mismo día del concierto surgió una inesperada oportunidad para asistir y claramente no la iba a desperdiciar. 

Lo primero a notar cuando llegue al Movistar, en mi caso toco la segunda fecha, es que ya pasadas las ocho de la noche aún había mucho movimiento fuera del recinto. Por mi parte tuve que solucionar un problema con la app de Tu boleta, por lo que fueron algunos minutos de fila al lado de muchos otros que aprovechaban para comprar los últimos boletos de taquilla y no perderse de este magno evento. Una vez dentro del local, tras una entrada fácil y rápida, Perpetual Warfare ya estaba rompiendo todo en el escenario. Fue mi segunda vez presenciando en vivo a esta banda que con el tiempo se ha convertido en el máximo referente del thrash nacional, al menos en los últimos años, y ya era hora verlos nuevamente después de cinco años de aquella vez en Madrid, Cundinamarca. Aunque no alcancé escuchar todo su set, escuchar algunos de sus himnos como "Otro Cadáver Más" o "Thrash is Speed" fue un completo agasajo, también interpretaron una canción nueva que será parte de su próximo álbum y claro, el ya característico cierre con  "Muerto en el Pogo" fue devastador para quienes estábamos en la parte de abajo. 


El tiempo de espera fue corto, la emoción iba inundando más al publico entre más se acercaba la noche y finalmente, las luces se apagaron, sonó una pequeña intro y Megsdeth saltaba al escenario con la canción que da titulo a su último álbum, "The Sick, The Dying... And The Dead"; miles de melenas sacudiéndose, muchos saltando y los gritos ensordecedores a lo largo de la pieza, especialmente en el coro como en el último verso, marcaron un triunfal inicio que solo marcaría la pauta de como se desarrollaría el resto del evento, los batacazos de Dirk Verbeuren daban paso a la divertida "Skin o' My Teeth", canción que no es particularmente de mis favoritas, pero el animo de la gente era tan alto que ni pensé en eso en el momento; los versos más 'gooves', riffs más heavies y la inconfundible voz de Mustaine golpeaban tan fuerte y aún lograban sonar tan poderosos pese a los cambios de alineación en los últimos años.

Hablando de cambios, el ingresó del finlandés Teemu Mäntysaari a las filas de la banda fue un completo acierto, pues desde el inició ya descrestaba a todos los presentes con un trabajo excelente en defender cada uno de los icónicos solos de las piezas que habían interpretado; "Hangar 18" fue la siguiente en llegar y el movistar sucumbió ante la respuesta del público, cada salto, cada verso y cada riffs era acompañado por el cantico del público, Teenmu hizo de las suyas cuando era su turno, luego lo mismo con Mustaine y el espectacular solo de guitarra, junto con ese estribillo que le da paso y lo acompaña hasta el final, que fue acompañado por el publico cantando el nombre de la banda, apenas era la tercer canción y ya nos estábamos quedando sin voz, y esto iba pa largo. El riffs de inicio en "Sweating Bullets" fue acompañado por las palmas del público, los maniáticos versos fueron cantados uno por uno y ya para quienes estábamos en el pogo fue una completa una gozadera, mismo caso que en la celebrada "She Wolf", donde su solo fue cantado al unísono y que sea dicho de paso, fue antecedida por un breve saludo de Mustaine


El sonido del evento tambien es algo a destacar, todo fue perfectamente audible y nada sobresaturado, la solida labor de James LoMenzo en el bajo acompañaba firmemente los complejos copases de los guitarristas mientras iba de lado a lado manteniendo a tope la energía del público, "Angry Again" puso a todos nuevamente a saltar, "Dystopia" siguió el mismo camino de "Hangar 18" y puso a todos a cantar cada riffs mientras nos deleitábamos con cada uno de sus solos, mientras "This Was My Life" fue, digamos, un pequeño respiro, donde muchos preferimos quedarnos un tanto quietos para cantar y cabecear a todo lo que daba, dejando de lado el mosh que hasta ahora había sido incesante. 

Un respiro justo y necesario, pues la banda regresó con la electrizante "Trust", los tambores de Verbeuren rápidamente hicieron que la gente alzara el grito al cielo mientras LoMenzo se apoderó brevemente del escenario para dar paso a este clásico de finales de los 90s, la gente estaba prendida, los coros con el nombre de la banda y de Mustaine estaban ahí, justo para el gran favorito de muchos, "Tornado of Souls", donde nuevamente todo el movistar explotó ante la llegada de clásico atemporal, cantar cada frase con ese icónico coro, escuchar esos riffs y ese solo, ufff, ese solo de guitarra, esta vez en las manos de Teemu, fue respetado en toda su grandeza y para mí, como seguramente muchos otros, fue todo un sueño hecho realidad haber estado ahí para presenciarlo, y ya hablando de momentos memorables de la noche, la cosa lego a otro nivel con la hermosa  "A tout le monde", donde el movistar se vistió con los colores de nuestra bandera mientras todos entonábamos sus emotivas líneas, mis aplausos para el club de fans de la banda por lograr esto y hacer emocionar al Mustaine que simplemente agradeció por todo lo ocurrido. 


Sin saberlo, al menos en mi caso que salvo el spolier "A tout le monde" y la bandera no había revisado cual sería el setlist del show, la banda atacó con "We'll Be Back", otra de su último álbum, donde los riffs a toda velocidad nuevamente desataron la locura en platea, los solides técnica de los solos seguía poniéndonos los pelos de punta y como pinta la regla, en el pogo terminamos nuevamente, para mí es sorprendente como la banda logró revitalizar su sonido con este último lanzamiento y es algo que sin duda dejaron en evidencia en el escenario, por supuesto, otro momentazo fue la esperada "Symphony of Destruction", otra que no es precisamente de mis amores, pero no se puede negar que su versión en directo tiene ese plus especial de la energía del público y obvio, el bendito coro, "Megadeth, Megadeth, que chimba Megadeth", era para dejar ahí toda la voz que aún quedaba mientras el coliseo simplemente temblaba por nuestro salto, algo inolvidable para cualquiera que guste de la música de esta banda y de los conciertos en general. 

Cerca del final, llego uno de los momentos del show para LoMenzo, las líneas de bajo daban paso a otro trallazo apoteósico como "Peace Sells", clásico de clásicos y una de las mejores piezas en la historia del thrash, los ánimos subían aún más para dejar en su punto más alto lo que sería el posterior cierre del show, la gente no descansaba y estaba completamente entregada a la banda, miles aún aprovechando lo que les quedaba de cuello y de voz , otros saltando y otros cuantos, incluyéndome, todavía dejábamos el alma en la fosa de los moribundos (el pogo). También aparecieron unas hojas de papel color blanco con el símbolo de la energía nuclear que se alzaron para dejar una bonita postal que hace alusión a su temática lirica, y me remito a mencionar su cierre con 12.000 almas cantando el titulo de la canción a la par de los poderosos tambores, para mí, el momento culminante del show.


La banda se tomó una  breve pausa, la arena se pinto nuevamente de los colores de nuestra bandera, las alabanzas para Dave & Compañía eran ensordecedoras y en su punto más alto, con un "muchas gracias" del señor Mustaine, junto a su comentario de que somos un público jodidamente genial, la cuenta regresiva llego a su final, la bomba atómica explotó y "Holy Wars... The Punishment Due" se llevó todo a su paso, los riffs intrincados, sus constantes cambios de tiempo y los frenéticos solos desataron una vez más la locura en el recinto, de paso hicieron estragos en mi pulso cardiaco y ya con la poca energía que aún quedaba, preferí quedarme en mi lugar cantando, saltando y aprovechando esta última pieza con Megadeth, pero casi al final, cuando Dave dedicó unas últimas palabras al publico y presentó a toda la banda entre los frenéticos golpes de Verbeuren, llego esa última sección de la canción para poguear con todo en esos últimos minutos y que luego, al terminar, quedará esa sensación tan placentera de finalmente haber podido escuchar esta canción tan legendarias en vivo, misma con la que los conocí hace más de 10 años y la cual dio cierre a una noche que seguramente perdurará en la memoria de todos los que estábamos presentes hasta el fin de los tiempos. 

Creo que no hay mucho más que decir sobre este show, uno de los mejores a los que he tenido la oportunidad de asistir, el publico estuvo definitivamente a otro nivel y aunque por muchos años llegué a leer o escuchar malos comentarios de las actuaciones en vivo de Megadeth, estos dos shows en el Movistar Arena de Bogotá dejan claro que la banda esta más vigente que nunca, que saben como complacer a sus fanáticos y brindaron un reencuentro apoteósico para lo fanáticos del thrash metal que los estuvieron esperando durante tantos años. El setlist, quizás no espectacular, fue muy bueno, la entrega de la banda hacia el publico fue muy apasionada y Dave Mustaine demostró porque lleva cuatro décadas al frente de una de las bandas más grandes en la historia del metal, una leyenda que sabe como cumplir con las expectativas que se tienen de el, de su banda y su legado. También felicitamos a la organización por su excelente trabajo en este show y esperemos que no sea la última vez en que veamos a la banda en nuestro país.  


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