Veilburner presenta su séptimo álbum "The Duality of Decapitation and Wisdom"

El número siete ha tenido un significado especial a lo largo de la historia de la humanidad. Ha sido reverenciado en la teología y las artes en muchas culturas durante muchas épocas y observado como un número fundacional recurrente en el estudio del mundo natural. Con el séptimo álbum de Veilburner, han aprovechado la oportunidad para celebrar esta piedra angular numerológica con una obra musical que exalta el número siete en su diseño básico. Siete canciones, exactamente siete minutos cada una, con tributos adicionales que se pueden encontrar en las convenciones de títulos y la estructura lírica. 

Temáticamente, el personaje o los personajes en el centro del universo de Veilburner continúan un viaje al abismo que comenzó en su álbum anterior, "VLBRNR", explorando las sombras y los secretos que nos ocultamos a nosotros mismos y abrazando la idea de Rahu y Ketu (la cabeza y el cuerpo). A partir de esta exploración, Leviatán se revela tanto como el todopoderoso "devorador de colas", aquello que no tiene principio ni fin, y aquello que es Egregore, lo mismo que hemos sido nosotros todo el tiempo. Uno no puede estar completo hasta que se quita un peso de encima; el peso del mundo, nuestros egos, nuestros espíritus y nuestras almas. Debemos perder la cabeza para alcanzar la iluminación. En manos menos experimentadas, una obra con tal acumulación de ambiciones representaría un bocado más de lo que muchos podrían masticar. Afortunadamente, Veilburner siempre se ha mantenido firme en su insistencia en la cohesión y el equilibrio mientras continúan caminando por la cuerda floja musical en el punto entre la experimentación y la tradición, la ciencia loca y la convención, como los artesanos experimentados en los que se han convertido a lo largo de siete álbumes hasta la fecha. El título de esta nueva evolución, "La dualidad de la decapitación y la sabiduría", personifica perfectamente el modus operandi de Veilburner de mezclar a la perfección fuerzas yuxtapuestas en una coalescencia de unificación y visión realizada. El horror de la violencia visceral y la tranquilidad de la comprensión se entrelazan en un absurdo cautivador que exige ser experimentado.